La importancia de la corrección de estilo

La palabra corrección proviene del latín corrigere, que significa "erguir lo torcido", o sea,  enderezarlo, enmendarlo, reformarlo. Corrector es, por tanto, el que enmienda, reforma y perfecciona cualquier cosa.

La corrección de estilo de nuestros textos es muy importante si queremos asegurarnos de que su comprensión no presenta obstáculo alguno.

Ya en el ámbito de la creación textual, se habla del corrector de estilo para referirse al corrector de textos originales. Su función, contrariamente a lo que su nombre pueda inducir a pensar, no es la de corregir algo tan personal y particular como es el estilo de alguien, sino la de velar por la inteligibilidad del texto tanto a nivel formal como de contenido, enmendando posibles erratas gramaticales y lingüísticas, desechando las incongruencias que existan y, sin tergiversar nunca el mensaje y respetando siempre la voz original, interviniendo en pos de su claridad y  precisión. Valga como ejemplo esta oración:

María vio a Juan con los prismáticos.

Por mucho que el autor haya tenido claro el sentido que quería darle, lo cierto es que esta oración puede ser interpretada de dos formas: que María vio a Juan mientras este estaba usando unos prismáticos (María vio que Juan tenía los prismáticos) o que, mirando a través de unos prismáticos, María vio a Juan (María usó los prismáticos para ver a Juan).

En este ejemplo, el corrector de estilo detectará la ambigüedad y propondrá dos alternativas de redacción para clarificar el significado:

  1. María, usando los prismáticos, vio a Juan.

  2. María vio que Juan sostenía los prismáticos.

En caso de que el propio contexto le permita deducir el sentido que el autor quería darle, elegirá ya la versión correcta (resaltando el cambio con el control de cambios para que le conste al autor).

Otro caso es el famoso juego gramatical atribuido a Julio Cortázar. Dice así:

Lea y analice la siguiente frase:

Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda.

¿Dónde pondría la coma?

Si usted es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra mujer:
Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer, andaría a cuatro patas en su búsqueda
.

Si usted es varón, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra tiene:
Si el hombre supiera realmente el valor que tiene, la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda
.

Se trata de dos ejemplos muy simples, pero cuyo concepto de error puede extenderse a situaciones textuales más complejas, en muchos casos siendo menos perceptible pero comprometiendo la semántica y/o gramaticalidad oracional de la misma manera.

Cuando se trata de organizar y planificar un trabajo editorial, y, por extensión, cuando se trata de publicar un libro, la intervención del corrector de estilo resulta fundamental. Se trata del primer lector que tendrá aquel libro, y cuenta con sólidos criterios filológicos y lingüísticos. Así, toda observación que haga sobre el texto debería ser considerada. No hacerlo podría entorpecer la comprensión que los futuros lectores hiciesen, o hasta llevarlos a interpretar el contenido de una forma distinta a la pretendida.

Ten en cuenta que el corrector de estilo no es un simple colaborador del autor; es un filólogo en lengua española, un profesional cualificado, completamente versado en las cuestiones lingüísticas y con pleno criterio para determinar la validez o no de una expresión según las normas existentes o según el contexto en el que aparece. Además, no solo está preparado para ser corrector, sino que también puede ejercer de asesor literario y hasta de lector editorial —leyendo los originales presentados a las editoriales y valorándolos para, en última instancia, decidir si debe o no aprobarse su publicación—. Por tanto, acudir a un corrector de estilo antes de presentar tu manuscrito a una editorial puede ayudarte a conseguir más fácilmente un informe positivo por parte del lector editorial.

Nadie pone en duda que el escritor sepa escribir. Sin embargo, todo el mundo puede cometer fallos, sobre todo cuando se está tan cerca de la propia obra que casi puede recordarse de memoria, porque es fácil entonces, al repasarla, caer en el error de leer lo que se quiso decir y debería por tanto estar escrito en vez de lo que efectivamente se dice.

Tener una predisposición abierta  frente a las dudas,  las sugerencias y las propuestas firmes de cambio que, como corrector, el corrector de estilo se vea obligado a hacer no siempre es fácil para un escritor, pero desde luego puede llegar a serle más útil de lo que imagina. No hay que olvidar que es el filólogo el que ha estado educado en el aspecto estrictamente lingüístico, que es el filólogo el que conoce a la perfección el sistema interno de la lengua y que es él el que, al margen de la calidad literaria del autor, puede detectar aquellos aspectos sintácticos y formales que, sin ser errores desde un punto de vista ortográfico, sí lo son desde un punto de vista estructural y de coherencia gramatical.

Para que te hagas una idea de los conocimientos que tiene el filólogo-corrector, cito solamente algunas de las materias que se incluyen en los estudios universitarios que ha cursado:  latín, griego, retórica, lengua española, español de América, dialectología española, fonética española, fonología española, morfología española, sintaxis española, semántica española, pragmática española, lexicología española, lexicografía española, lingüística general, lingüística aplicada, lingüística textual...  Y, evidentemente, también es un referente por toda la rama literaria de sus estudios (literatura comparada, literatura medieval, literatura ilustrada, romántica, modernista y un largo etcétera, tanto en el ámbito español como en el hispanoamericano).

En este sentido, y como ya comentaba, si queremos presentar nuestro manuscrito a una editorial es muy importante que antes hayamos contratado los servicios de un corrector de estilo para que lo revise y se asegure de que todo en él está correcto. Si quieres conocer el servicio de corrección de estilo que ofrezco, pulsa aquí. Si quieres saber más acerca de cómo presentar un manuscrito a una editorial para publicar un libro, lee Cómo contactar con una editorial.

Compartir en